Como candidato de los partidos políticos, tengo el placer de informarle al gobierno que hemos llegado al más elevado y patriótico acuerdo para restaurar el imperio de las instituciones nacionales con una plataforma común de aspiraciones patrióticas y con un solo candidato por el cual habrán de sufragar lealmente ambos partidos.

Así pues, nosotros hemos cumplido; esperamos que el gobierno también habrá de cumplir su palabra a elecciones populares limpias de fraude y libres de violencia para elegir el próximo Presidente de la República. El gobierno nos ha dicho con Herrera: “La patria por encima de los partidos”. Nosotros le decimos: De acuerdo; pero agregamos: La patria por encima de los negocios.

Réstame solo significar a ustedes que la confianza con que me han honrado será correspondida hasta con el sacrificio de la propia vida si fuera necesario, y que obligará perennemente mi gratitud.

Las dificultades de comunicación y de expresión a que nos ha sometido el gobierno, especialmente en estos últimos días, me impiden desarrollar ampliamente ante ustedes mi pensamiento político, que por otra parte ya esta expresado en el manifiesto conjunto del 20 de marzo pasado, que tuve el honor de suscribir como presidente del Directorio Nacional Conservador, pero espero, además, poder hacerlo muy pronto para ofrecerle al país, un programa que colme sus anhelos de libertad y de justicia en Colombia.

Servidor y amigo,


GUILLERMO LEON VALENCIA


miércoles, 22 de abril de 2009

ALBERTO LLERAS ANUNCIA “LA RESURRECCION DE LA REPUBLICA”

El 30 de Abril, El Director del Liberalismo envió una circular a los miembros de los Directorios Departamentales. En ella anunciaba ya “la resurrección de la República” He aquí su texto:


CIRCULAR NUMERO 43
ASUNTO: El Gobierno y la reelección.
Bogotá, abril 30 de 1957
Señores Miembros del Directorio
Departamental:
Por más de cinco semanas el gobierno ha tratado de ocultar rigurosamente al país el hecho que podía despertar en él mayor interés y más justificadas esperanzas. El acuerdo histórico de los dos partidos tradicionales no es, sin embargo, un delito, y si lo fuera, los colombianos tendrían derecho a conocerlo. Bien al contrario, es un sensacional suceso de nuestra vida republicana, y aunque sólo fuera por respeto a los servicios que en una u otra época los dos partidos y sus hombres le han prestado a la República, es inaudito que la dictadura lo persiga, lo calumnie, lo oculte, prohiba que se hable de él, encarcele a quienes lo aprueban públicamente, e impida aún hasta en las residencias privadas, que se reúnan hombres y mujeres libres de manifestar su adhesión al candidato nacional, escogido para llevar a cabo el programa conjunto de las dos colectividades.
Ante el intento de reelección que viola todas las disposiciones de la Carta Constitucional, que el país rechaza por razón de sus principios morales y jurídicos y por la experiencia de los cuatro años anteriores, hemos ofrecido a los colombianos una solución que por largos años había sido la aspiración de los patriotas más eminentes: la de la reconciliación de los partidos, sellada en el acuerdo del 20 de marzo, y hemos acordado un candidato nacional, el doctor Guillermo León Valencia, al cual ha adherido, por encima de las limitaciones y prohibiciones del gobierno, la opinión pública, viva, alerta y vigorosa. Proclamada en Medellín y en Bogotá, su candidatura recibe caudalosas demostraciones de fe por parte del pueblo, y se reafirma su proclamación en Popayán y Cali, a pesar de los despliegues de fuerza y de la prohibición de que su nombre se mencione públicamente. Por exaltarlo, han pagado cárcel muchos colombianos, estudiantes, profesores universitarios, intelectuales, obreros, a quienes se han infligido castigos y humillaciones, y a quienes se ha sometido a acciones policiales sin apelación, ni recurso alguno. Sabemos, ciertamente que no hay ahora convocatoria a elecciones, pero sabemos también que tendrá que haberla.
Tenemos plena fe en que el país ha despertado del estupor que le produjo ser tratado como una nación ocupada. La empresa de establecer las instituciones no se va a contener ni a paralizar porque haya otra nueva y más flagrante violación de la Constitución Nacional. Y no va a detenerse sino con la resurrección de la República.
Los saludo muy cordialmente,
ALBERTO LEERAS
Director del Liberalismo

Tomado de: Libro “Las Jornadas de Mayo”; Ediciones Documentos Colombianos Bogotá; Pagina: 83-88-89.

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