lunes, 3 de agosto de 2009
Discurso del Ministro del Interior y Justicia. Fabio Valencia Cossio
ASPECTOS PRINCIPALES DE LA VIDA Y OBRA
DEL EX–PRESIDENTE GUILLERMO LEON VALENCIA
Señoras y Señores:
Conmemoramos hoy, 27 de abril del año 2009, cien años del nacimiento del ilustre ex presidente de la República Guillermo León Valencia, razón por la cual el Gobierno Nacional conmemora y enaltece su memoria resaltandosu vida y obra como ejemplo para las generaciones actuales y futuras de la Patria.
El doctor Guillermo León Valencia fue presidente de la República de Colombia en el período 1962- 1966. Fue Concejal de Popayán y Diputado de la Asamblea del Cauca, Senador de la República y Embajador ante la Organización de las Naciones Unidas en la Asamblea General del año 1949. También ocupó el cargo de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el Reino de España una vez terminó su mandato presidencial.
El doctor Valencia, fue un demócrata integral; combatió consu oratoria la dictadura del General Rojas Pinilla y fue gestor importante de los acuerdos políticos que acabarían con el mandato del General y darían luego origen al denominado Frente Nacional, pacto que permitió a Valencia llegar a la Presidencia de la República durante el periodo 1962 – 1966.
El Ex presidente Guillermo León Valencia se rodeó de los mejores hombres de cada partido y equilibradamente lideró un gobierno que logró importantes avances en la concordia política, en el entendimiento ciudadano y en el progreso nacional.
Su mandato tuvo tres pilares básicos: restablecimiento del orden público, apoyo a la educación nacional y responsable manejo de la economía. Con relación al restablecimiento del orden público, el gobierno Valencia logró importantes resultados y sus acciones cívico-militares permitieron recuperar regiones importantes para la Patria.Por esta razón fue llamado justamente EL PRESIDENTE DE LA PAZ.
También es destacable el decidido apoyo que este gobierno dio a la educación nacional. Durante el periodo presidencial 1962-1966 se crearon los Institutos Nacionales de Enseñanza Media –INEM- con el loable propósito de ampliar la cobertura escolar a nivel de bachillerato y permitir a través del mismo, que los estudiantes adquirieran una serie de destrezas complementarias que les facilitaran posteriormente su inserción en el campo laboral; asimismo, la creación de los
INEM estuvo acompañada de un significativo aumento en el presupuesto destinado a la educación de los colombianos, a tal punto, que el rubro educativo representó en este gobierno una quinta parte de todo el presupuesto nacional.
Igualmente importante fue el acertado manejo que durante este tiempo se le dio a las finanzas públicas y a la economía nacional en general. Para la época, se presentó una reducción importante en los precios internacionales del café, a la sazón el principal producto de exportación de Colombia, con lo cual las finanzas públicas y privadas derivadas del grano se vieron seriamente afectadas y las reservas internacionales del país quedaron peligrosamente debilitadas.
Para contrarrestar esta situación y tratar de preservar el orden económico en general, el Presidente Valencia y su equipo de gobierno lideraron desde el ejecutivo una serie de reformas y mecanismos de pesos y contrapesos económicos tendientes a preservar el poder adquisitivo del peso, garantizar el nivel de vida de los caficultores y procurar el normal flujo de los ingresos y egresos de la nación.
Fue así como bajo este gobierno se dio vida al impuesto a las ventas, se devaluó la moneda nacional y se acordaron mercados variables de divisas, según el origen y las
variaciones en la oferta y la demanda de las mismas. De igual manera, se creó la Junta Monetaria y se dio un notable impulso a las importaciones mediante la eliminación parcial del tradicional régimen de licencia previa.
Finalmente y como complemento del restablecimiento del orden público, el apoyo a la educación nacional y el responsable manejo de la economía, el gobierno conservador del Presidente Guillermo León Valencia creó los hoy prósperos departamentos de la Guajira y el Quindío, brindó un decidido apoyo a la electrificación del país y a las exploraciones y explotaciones de
hidrocarburos, construyó, a través del Instituto de Crédito Territorial –ICT-, más de 60.000 viviendas destinadas a las clases menos favorecidas, inauguró el complejo residencial Ciudad Kennedy y, queriendo ser recordado como el “Presidente de los Pobres”, estructuró y puso en marcha el mecanismo de los llamados “medicamentos genéricos” como estrategia de fabricación y comercialización que permitió abaratar de manera radical las medicinas más elementales requeridas por la población y que, por sus altos precios, eran poco menos que inalcanzables para las clases populares colombianas.
Esta es una breve visión del hombre al cual los colombianos le estamos rindiendo homenaje en el
centenario de su nacimiento.Digo que es una muy breve visión porque los actos oficiales
del gobierno, por solicitud expresa del presidente Uribe, los vamos a celebrar aproximadamente en un mes, no solamente en Boyacá y en Popayán, su bella ciudad que lo vio nacer, sino en todo el país.
Guillermo León Valencia, es para los colombianos algo así como ese presidente que encarnó al pueblo. Recuerdo, en mis primeros pinitos como político, ver esa figura de Guillermo León Valencia identificado plenamente con el pueblo colombiano.
De él me gustaba mucho cómo se parecía al pueblo en general, cómo quería representarlo. El no tenía ninguna pretensión. El lo que quería ser era el presidente de los pobres y el presidente de la paz y a fe que lo logró. Por eso lo quisimos y lo queremos tanto. Porque se parecía a nosotros, se parecía al pueblo común y corriente, porque a pesar de su estirpe y sus blasones familiares nunca los enarboló para su relación con el pueblo raso de Colombia. Guillermo León Valencia es, entonces, el símbolo del hombre bueno, del hombre honesto, del hombre transparente, del político intachable, del orador fulminante, de hombre creativo, del verbo encendido, de la chispa
inmediata, de la respuesta oportuna, pero siempre fue el hombre que encarnó a Colombia.
En nombre del Gobierno Nacional, con “profunda emoción patriótica” como era su usual expresión, palabra suya que el acuñó, la cual recordamos los colombianos, quiero sumarme en este acto al reconocimiento de tan ilustre compatriota.
Quiero decirles, finalmente, que esta tarde que voy a tener de nuevo el honor de asumir funciones presidenciales por el viaje de nuestro querido Presidente a cumplir con compromisos internacionales a España e Italia, me quedará siempre para mi memoria y mi hoja de vida, al haber coincidido con el natalicio de ese gran hombre a quien quise, a quien admiro y a quien quiero seguir.
Gracias.
DEL EX–PRESIDENTE GUILLERMO LEON VALENCIA
Señoras y Señores:
Conmemoramos hoy, 27 de abril del año 2009, cien años del nacimiento del ilustre ex presidente de la República Guillermo León Valencia, razón por la cual el Gobierno Nacional conmemora y enaltece su memoria resaltandosu vida y obra como ejemplo para las generaciones actuales y futuras de la Patria.
El doctor Guillermo León Valencia fue presidente de la República de Colombia en el período 1962- 1966. Fue Concejal de Popayán y Diputado de la Asamblea del Cauca, Senador de la República y Embajador ante la Organización de las Naciones Unidas en la Asamblea General del año 1949. También ocupó el cargo de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el Reino de España una vez terminó su mandato presidencial.
El doctor Valencia, fue un demócrata integral; combatió consu oratoria la dictadura del General Rojas Pinilla y fue gestor importante de los acuerdos políticos que acabarían con el mandato del General y darían luego origen al denominado Frente Nacional, pacto que permitió a Valencia llegar a la Presidencia de la República durante el periodo 1962 – 1966.
El Ex presidente Guillermo León Valencia se rodeó de los mejores hombres de cada partido y equilibradamente lideró un gobierno que logró importantes avances en la concordia política, en el entendimiento ciudadano y en el progreso nacional.
Su mandato tuvo tres pilares básicos: restablecimiento del orden público, apoyo a la educación nacional y responsable manejo de la economía. Con relación al restablecimiento del orden público, el gobierno Valencia logró importantes resultados y sus acciones cívico-militares permitieron recuperar regiones importantes para la Patria.Por esta razón fue llamado justamente EL PRESIDENTE DE LA PAZ.
También es destacable el decidido apoyo que este gobierno dio a la educación nacional. Durante el periodo presidencial 1962-1966 se crearon los Institutos Nacionales de Enseñanza Media –INEM- con el loable propósito de ampliar la cobertura escolar a nivel de bachillerato y permitir a través del mismo, que los estudiantes adquirieran una serie de destrezas complementarias que les facilitaran posteriormente su inserción en el campo laboral; asimismo, la creación de los
INEM estuvo acompañada de un significativo aumento en el presupuesto destinado a la educación de los colombianos, a tal punto, que el rubro educativo representó en este gobierno una quinta parte de todo el presupuesto nacional.
Igualmente importante fue el acertado manejo que durante este tiempo se le dio a las finanzas públicas y a la economía nacional en general. Para la época, se presentó una reducción importante en los precios internacionales del café, a la sazón el principal producto de exportación de Colombia, con lo cual las finanzas públicas y privadas derivadas del grano se vieron seriamente afectadas y las reservas internacionales del país quedaron peligrosamente debilitadas.
Para contrarrestar esta situación y tratar de preservar el orden económico en general, el Presidente Valencia y su equipo de gobierno lideraron desde el ejecutivo una serie de reformas y mecanismos de pesos y contrapesos económicos tendientes a preservar el poder adquisitivo del peso, garantizar el nivel de vida de los caficultores y procurar el normal flujo de los ingresos y egresos de la nación.
Fue así como bajo este gobierno se dio vida al impuesto a las ventas, se devaluó la moneda nacional y se acordaron mercados variables de divisas, según el origen y las
variaciones en la oferta y la demanda de las mismas. De igual manera, se creó la Junta Monetaria y se dio un notable impulso a las importaciones mediante la eliminación parcial del tradicional régimen de licencia previa.
Finalmente y como complemento del restablecimiento del orden público, el apoyo a la educación nacional y el responsable manejo de la economía, el gobierno conservador del Presidente Guillermo León Valencia creó los hoy prósperos departamentos de la Guajira y el Quindío, brindó un decidido apoyo a la electrificación del país y a las exploraciones y explotaciones de
hidrocarburos, construyó, a través del Instituto de Crédito Territorial –ICT-, más de 60.000 viviendas destinadas a las clases menos favorecidas, inauguró el complejo residencial Ciudad Kennedy y, queriendo ser recordado como el “Presidente de los Pobres”, estructuró y puso en marcha el mecanismo de los llamados “medicamentos genéricos” como estrategia de fabricación y comercialización que permitió abaratar de manera radical las medicinas más elementales requeridas por la población y que, por sus altos precios, eran poco menos que inalcanzables para las clases populares colombianas.
Esta es una breve visión del hombre al cual los colombianos le estamos rindiendo homenaje en el
centenario de su nacimiento.Digo que es una muy breve visión porque los actos oficiales
del gobierno, por solicitud expresa del presidente Uribe, los vamos a celebrar aproximadamente en un mes, no solamente en Boyacá y en Popayán, su bella ciudad que lo vio nacer, sino en todo el país.
Guillermo León Valencia, es para los colombianos algo así como ese presidente que encarnó al pueblo. Recuerdo, en mis primeros pinitos como político, ver esa figura de Guillermo León Valencia identificado plenamente con el pueblo colombiano.
De él me gustaba mucho cómo se parecía al pueblo en general, cómo quería representarlo. El no tenía ninguna pretensión. El lo que quería ser era el presidente de los pobres y el presidente de la paz y a fe que lo logró. Por eso lo quisimos y lo queremos tanto. Porque se parecía a nosotros, se parecía al pueblo común y corriente, porque a pesar de su estirpe y sus blasones familiares nunca los enarboló para su relación con el pueblo raso de Colombia. Guillermo León Valencia es, entonces, el símbolo del hombre bueno, del hombre honesto, del hombre transparente, del político intachable, del orador fulminante, de hombre creativo, del verbo encendido, de la chispa
inmediata, de la respuesta oportuna, pero siempre fue el hombre que encarnó a Colombia.
En nombre del Gobierno Nacional, con “profunda emoción patriótica” como era su usual expresión, palabra suya que el acuñó, la cual recordamos los colombianos, quiero sumarme en este acto al reconocimiento de tan ilustre compatriota.
Quiero decirles, finalmente, que esta tarde que voy a tener de nuevo el honor de asumir funciones presidenciales por el viaje de nuestro querido Presidente a cumplir con compromisos internacionales a España e Italia, me quedará siempre para mi memoria y mi hoja de vida, al haber coincidido con el natalicio de ese gran hombre a quien quise, a quien admiro y a quien quiero seguir.
Gracias.
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